Colombia

Sustos, accidentes y muertes: ¿qué tiene Bogotá en contra de los rockeros de talla mundial?

Andrés Calamaro fue el último que se tuvo que rendir en pleno festival Cordillera por la altura, por el cansancio y él mismo lo reconoció. ¿Es la ciudad?

Andrés Calamaro, en vivo en el Festival Cordillera en el Parque Simón Bolívar de Bogotá
Andrés Calamaro, en vivo en el Festival Cordillera en el Parque Simón Bolívar de Bogotá (Juan Pablo Pino)

Sustos, accidentes y muertes: ¿qué tiene Bogotá en contra de los rockeros de talla mundial?

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Eso fue lo que se preguntaron (otra vez) los fans de Andrés Calamaro en Cordillera. De hecho, faltaron 25 minutos de presentación, no interactuó con el público y se le veía cansado. Él confirmó que no lo dio todo y que quizás “ya era hora de cortarse la coleta” (retirarse). Pero ya Bogotá tiene muchos antecedentes similares que hacen pensar: ¿es la ciudad?

En enero, muchos fans de Def Leppard casi se mueren antes del concierto que dieron junto con Mötley Crue, pues Joe Elliott, vocalista de Def Leppard, fuese hospitalizado de urgencia en la clínica Marly de Bogotá.

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Como no se sabía nada del estado de salud del británico, muchas personas en redes sociales recordaron con horror lo que había pasado casi un año antes con Taylor Hawkins (que irónicamente hoy hubiese cumplido 51 años), el fallecido ex baterista de Foo Fighters, quien fue hallado muerto en el hotel Casa Medina, en Bogotá, con diez sustancias tóxicas en su cuerpo.

De hecho, dos horas antes de la presentación de Foo Fighters en Bogotá el año pasado, se anunció el deceso del músico en el mismo festival.

Pero Elliott tuvo disnea respiratoria: es decir, lo afectó la altura en Bogotá. Hay que recordar que a Miley Cyrus incluso le provocó vómito. Y ni hablar de los futbolistas u otras estrellas que tienen que acostumbrarse a la situación geográfica de la capital. El vocalista fue dado de alta y los fans pueden respirar tranquilos para el concierto de esta noche junto con Mötley Crüe.

Desde las mismas redes sociales se confirmó el hecho y Nikki Sixx también reafirmó que habría show.

¿Hay que creer que Bogotá es una ciudad ‘maldita’ para los rockeros de talla mundial?

Si bien el deceso de Hawkins es desafortunado, hay otro evento que muchos recuerdan: el concierto de Guns N’ Roses en 1992 que la banda no concluyó y terminó en disturbios en la ciudad. Y claro, muy mal para la agrupación.

Además, la leyenda negra dice que Gustavo Cerati tuvo su última noche de excesos en Bogotá, y que el consumo de cocaína fue la que le causó el ACV que en Venezuela lo llevaría al coma y luego a la muerte.

Pero los mismos Def Leppard pueden desmentir que Bogotá sea una especie de “cementerio” del rock, ya que ellos se presentaron en 1997 sin ninguna novedad e incluso jugaron fútbol con estrellas de la farándula.

Además, los Guns tuvieron dos fechas muy exitosas en Bogotá el año pasado. Y ni qué decir de Cerati en el pasado, sea con Soda o en solitario.

Por otro lado, se debe pensar que la mayoría de decesos, accidentes en toures y elementos desafortunados han pasado más que todo en Norteamérica y Europa, lugares donde comunmente llegan estas bandas y en donde trabajan y se desenvuelven.

Lo que les pasa a los rockeros no es cosa de una ciudad solamente

De hecho, la mayoría de fallecimientos del famoso ‘Club de los 27′ han ocurrido en territorio norteamericano, con dos enormes excepciones: Amy Winehouse y Brian Jones, de los Rolling Stones, en Inglaterra.

Y por último, cuando se han producido disturbios, o conciertos inconclusos, eso no ha sido solo cosa de una ciudad y casos hay cientos.

Por ejemplo, el tour que en los 90 hicieron los Guns con Metallica y en el que las pataletas de Axl Rose causaron disturbios en Saint Louis. O cuando Queen tuvo una gira agónica en México. O lo que hacía Jim Morrison para ser arrestado y bajado con esposas del escenario, entre otros episodios, de los muchos que hay.

Así que no, Bogotá no es una ‘ciudad maldita’ ni Medellín, si de Gardel hablamos. Decir también que los artistas no “aguantan la pureza” de nuestra droga sería otro mito que alimenta más bien el morbo de sucesos aislados que no tienen nada que ver con una capital a la que por fin llegan más bandas que los fans han esperado por años.

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